
Después de 328 posts, más de un año de aprendizaje, crecimiento, reflexión y conocimiento compartido, nos decidimos. El Viaje de Odiseo se muda a http://www.elviajedeodiseo.com/blog
Los esperamos!
Hacia una nueva conciencia sobre el desarrollo humano sostenible a través de los medios participativos
Los zapatos no son lo único que se ponen de moda según cambian las estaciones del año. Los términos y las palabras también.
En 2007, términos como Sostenibilidad y Calentamiento Global fueron los protagonistas del año, ocupando la primera plana de los medios de comunicación más prestigiosos del mundo y marcando tendencia en la alfombra roja al igual que el último modelo de Jimmy Choo.
Todo indica que 2008 será el año de “Zeitgeist”. Si bien algunos intelectuales ya lo vienen utilizando hace rato, este año el termino de origen alemán se está trasformando en un “must say” en el vocabulario de directores de marketing en todo el mundo.
Como no podría ser distinto, el término del momento ya cuenta con su propia película - Zeitgeist The Movie – que será lanzada oficialmente el próximo 15 de marzo. Pero de ahí a que gane un Oscar como es el caso de Una verdad Incómoda o que genere el buzz de La última hora, falta bastante.
Tan difícil de pronunciar como de entender, “tsaltgalst” fue traducido como “espíritu del tiempo”, y significa, en definitiva, el nivel de avance intelectual y cultural del mundo en una época determinada.
No se ustedes, pero yo quiero mi Zeitgeist!
Ignacio Escribano es el creador de Igooh, un sitio de periodismo ciudadano que me gusta. También hay que decir de él que es el hijo de José Claudio Escribano
-una leyenda del periodismo que fue hasta el año pasado subdirector de La Nación
-, y que hace dos años dejó la medicina, su profesión, para iniciar otras búsquedas. El periodismo, la literatura, la web, los viajes, la música, el yoga y la meditación fueron algunos de sus hallazgos.
¿Por qué Igooh?
Para que exista un espacio plural, donde pueda ejercerse la libre expresión; donde la gente pueda expresarse abiertamente, compartir. Otro aspecto interesante de Igooh es mostrar temas que para la prensa tradicional pueden ser irrelevantes pero no para la gente. Existen una gran cantidad de historias, hechos y acontecimientos que también conforman aquello que denominamos “la realidad” que los medios tradicionales ignoran y que en sitios como Igooh ocupan un lugar relevante. También, las historias alentadoras y que promueven los valores humanos ocupan un buen lugar en Igooh.
¿Cómo ha sido la adopción de los usuarios de la región de las herramientas de publicación de un sitio como este?
Buena en líneas generales: algunos con más dificultades que otros. Algunos no se animaban a publicar siquiera y después terminaron posteando hasta fotos; es un proceso lento de educación al usuario. En esto hay que ser paciente.
¿Qué podemos esperar de la web para el 2008?
Mayor participación por parte de los usuarios; herramientas cada vez más simples para que cualquier persona pueda subir su contenido a la web; mayor flujo de inversión a los sitios online; mayor conciencia de la importancia de la web como trend-setter en múltiples aspectos; que los periodistas de medios tradicionales comiencen a tomar más en serio a los bloggers y escritores online de primer nivel.
¿Cuáles son sus 5 links favoritos?
Algunos de los que me gustan: bubbleshare, newsvine
, flickr
, mirá
! (y otros tantos blogs), citimedia.org
, elpais.es
, in-public
.
¿Qué hace cuando no está conectado?
Canto, estudio música y guitarra, ensayo, preparo repertorio, medito, escucho música, camino, corro, nado, me río, cocino, escribo, voy a hacer las compras, ando en bicicleta, llamo a alguien, escucho música, leo, miro películas…
El siglo XXI dejó atrás los distintos nombres que los científicos adjudicaron nuestra especie a través de la historia.
Homo habilis y homo erectus fueron algunos de los calificativos aplicados al hombre en su estadio primitivo, antes de ser entronizado como el homo sapiens, pináculo de la escala de la evolución darwiniana y fuente de toda razón (literalmente) y justicia (no tanto).
Sin embargo, poco tardó la humanidad en darse cuenta de que su rasgo distintivo no era el raciocinio constante. Esta realidad irrefutable y el vertiginoso avance de la técnica determinaron que se acuñara la definición homo faber (“hombre que hace o fabrica”). Lamentablemente ésta última tampoco resultó efectiva “porque el calificativo podría aplicarse también a muchos animales”, explicó el historiador y filósofo Johan Huizinga, quien propuso agregar a su vez homo ludens (“hombre que juega”) como otra denominación posible —tal vez la mejor desarrollada— para nuestra especie.
Sin duda que estas expresiones latinas se relacionan cada una con una cualidad humana que intentaba destacarse en cada período de la historia: la habilidad para usar la manos, para pararse sobre dos extremidades, para pensar, para producir, para jugar. Ninguna de ellas puso énfasis, no obstante, en la capacidad del hombre de cuidar y proteger al entorno y respetar la diversidad de las todas las especies naturales, incluida la nuestra.
Y así fue que llegamos al punto donde nos encontramos hoy, a apenas 10 años de que las consecuencias del calentamiento global se tornen irreversibles —la “verdad incómoda” que mostró Al Gore en su película— y con problemas sociales de solución incierta derivados de los elevados índices de pobreza y desigualdad de oportunidades.
Tal vez la urgencia de los cambios que necesitamos producir para seguir adelante debería impulsarnos a desarrollar otras aptitudes o habilidades humanas, como la de cuidar la diversidad, proteger nuestro entorno y colaborar con nuestros pares en la construcción de un futuro posible. Y a buscar otra expresión que nos defina, vinculadas con el respeto, la aceptación y la responsabilidad, ya que de un cambio de palabras de esa naturaleza parece depender en buena medida nuestro futuro.
Los nativos digitales, la Net Gen o Generación en Red fueron el tema de uno de los capítulos del libro Sostenibilidad 2.0 (leer aquí), realizado por el equipo Odiseo durante el 2007, y será el tema de muchas más investigaciones y aproximaciones futuras.
Quiero compartir algunas de las ideas del libro Generación Post-Alfa, Patologías e imaginarios en el semiocapitalismo, de Franco Berardi y editado por Tinta Limón en Argentina a noviembre del año pasado.
Berardi -más conocido como Bifo- es un teórico de los medios y activista italiano que decidió dedicar los últimos años de su vida a dictar clases en una escuela de nivel medio. Su principal preocupación es cómo transmitir la cultura a las nuevas generaciones, que presenta actitudes, hábitos y formas de pensamiento tan disímiles de sus antecesoras. Para Berardi, una mutación tecno-comunicativa se puso en marcha en los ochentas con la difusión de la televisión, las telenovelas, la videocasetera, los videos juegos y los reality shows. “La primera generación videoelectrónica alcanzó una relativa homogeneidad cultural en tiempos mucho más breves que lo que ocurría en épocas pasadas por medio de procesos de aculturación alfabética".
Esa es la mutación que afectó a mi generación, los que tenemos 25 y 35 años y permite que, al encontrarme con gente de mi edad de diferentes países, rápidamenlate podemos conversar sobre el Agente 86, Karate Kid o La guerra de las galaxias y todos sabemos a qué nos referimos.
Para la Net Gen, este tiempo de "homologación" es mucho más rápido: gracias a Internet los chicos están entrando en circuitos globales incluso antes de “haber formado una sensibilidad localizada”.
Esta es la mutación antropológica que preocupa a Berardi. No es un pensamiento determinista y absoluto entre tecnología y cultura; y por eso, en su línea de pensamiento, son tan generación en red chicos de clase media conectados todo el día como chicos marginados y sin acceso a las tecnologías de la información. “El problema no es si un chico usa celular o navega por Internet, sino dentro de qué ambiente cultural y afectivo se encuentra en sus años de formación, en sentido acotado: familiar, pero también en sentido amplio: en la relación imaginaria con sus coetáneos de todo el planeta, en las modas culturales, musicales, consumistas”.
Algunas citas para reflexionar y seguir leyendo:
“La cuestión de la transmisión es, sobre todo, un problema ligado a la sensibilidad (…). La pregunta que debemos hacernos hoy y, sobre todo, que debemos hacer a la gente que se está formando hoy, a los chicos, a la nueva generación, se refiere al placer, a la belleza: ¿qué es una vida bella? ¿Cómo se hace para vivir bien? ¿Cómo se hace para estar abierto al placer? ¿Cómo se goza de la relación con los otros? Ésta es la pregunta que debemos hacernos, una pregunta que no es moralista y que funda la posibilidad misma de un pensamiento ético.
Pero la pregunta que debemos hacernos es, sobre todo, ésta: ¿qué cosa es la riqueza? Es sobre este plano que el capitalismo ganó a batalla del siglo XX.
¿Riqueza significa quizá acumulación de cosas, apropiación de valor financiero, poder adquisitivo? Esta idea de la riqueza (que es propia de la ciencia triste, la economía) transforma la vida en carenci, en dependencia. No pienso que la riqueza sea un hecho espiritual. No, no, la riqueza es tiempo: tiempo para gozar, tiempo para viajar, tiempo para conocer, tiempo para hacer el amor, tiempo para comunicar”.
(…)
“El movimiento anticapitalista del futuro en el cual yo pienso no es un movimiento de los pobres, sino un movimiento de los ricos. Aquellos que sean capaces de crear formas de consumo autónomo, modelos mentales de reducción de la necesidad…”
“La pregunta a formular a la nueva generación no se vincula a los valores (¿sos solidario o egoísta, ¿sos crítico o conformista?). Se vincula a la sensibilidad: ¿sos feliz o infeliz?".
Un adolescente inglés se acuesta sobre las vías a la espera de que un tren de alta velocidad pase por encima de su cuerpo; en Valladolid, cerca de veinte menores apalean a una mujer en su propia casa; cerca de Bilbao, cinco jóvenes de 18 a 22 años le rapan la cabeza y las cejas a un discapacitado. Estos hechos, ocurridos durante la primera quincena de 2008, tuvieron como denominador común —además de un elevado índice de violencia— la grabación con cámaras de celulares para su posterior publicación en Internet.
De acuerdo con el sitio de noticias español www.20minutos.es,“Las autoridades piensan que este hecho se trata de la nueva moda de los jóvenes, que en la edad del pavo intentan realizar osadías para superarse unos a otros. Y la red se está convirtiendo en el mejor escaparate para colgar sus travesuras”.
¿Moda? ¿Edad del pavo? ¿Travesuras? ¿Algunos medios y algunos de los periodistas que escriben en ellos se tomarán un segundo para releer lo que publican?
No caben dudas de que la edad del pavo suele ser el momento —¡tal vez el último!— en el cual la estupidez le es tolerada socialmente al ser humano. Por eso, los adultos aceptamos, entre otras rarezas, que resulte cool llevar el jean caído 20 cm por debajo de la ropa interior. Eso es moda. Arrojarse a las vías para probar que sos tan astuto —y delgado, además— como para lograr que el tren de alta velocidad te pase por encima y no te mate, es una LOCURA.
Y una locura no es una travesura por muy “pavotes” que sean la chica o el muchacho. Mucho menos todavía si implica secuestrar a un ser humano para molerlo a palos con sus amigotes o mutilarlo. Eso es, lisa y llanamente, un DELITO. Que, si involucra a un grupo de jóvenes mayores de edad se convierte en ASOCIACIÓN ILÍCITA.
Por último, ¿Internet propicia de algún modo la proliferación de estos casos? Tal vez algunas herramientas como los blogs, los fotologs y los sitios para subir video fomenten el exhibicionismo. Pero la locura y el delito —si bien, en algunos casos, presentan vínculos patológicos con esa conducta— tienen causas muy diferentes que deben rastrearse en las historias y los entornos familiares y sociales de estos jóvenes que gozan haciendo público su desprecio por la vida.
2008 irrumpió con dos noticias relacionadas entre sí y por demás beneficiosas para usuarios y fanáticos de las herramientas 2.0: ayer quedó oficialmente inaugurado el sitio www.wikilengua.org, un espacio de interacción destinado a responder las preguntas o comentarios sobre el uso del español escrito o hablado. Pero, además, en el marco de la inauguración de esta herramienta tan aplaudida por escritores, periodistas, lingüistas, correctores y editores, se anunció que 2008 se perfila como “el año de los wikis”.
La lengua constituye, probablemente, la construcción colectiva humana más notable. De allí la importancia de este sitio que contribuirá a canalizar el debate sobre el idioma que compartimos en la actualidad casi 500 millones de personas, y que busca ocupar un lugar sobresaliente en el ciberespacio junto al chino y al inglés.
En ocasión de la presentación del sitio, que se realizó ayer en Madrid, el director de la Fundéu, Joaquín Muller, realizó una declaración cuasi profética:"Si 2007 fue el año de los blogs, el 2008 será el de las wikis".
Aseguran los expertos que las 750.000 consultas diarias a la web de la RAE así como el enorme caudal de usuarios que alberga el sitio Wikipedia, auguran un éxito seguro para Wikilengua que, a diferencia de otras wikis realizadas por millones de internautas, dispondrá de un filtro —a cargo de un grupo de académicos y lingüistas— que dará validez técnica a las contribuciones espontáneas del público.
Un ranking caprichoso y ecléctico, como la autora de este post.
1. El Poder de las Redes, de David de Ugarte.
Hacía calor, corría el mes de enero y yo me descargaba este librito y lo llenaba de marcas amarillas mientras viajaba en colectivo. Por primera vez, leía un libro que cruzaba los temas que me apasionan y a la vez, me eran totalmente nuevos: el ciberactivismo, la blogósfera, las redes, los medios distribuidos. Unos meses después, tuve la oportunidad de conversar con David en Buenos Aires.
2. Wikinomics, de Don Tapscott (Paidós lo editó en español), me hizo entender que algo está cambiando en la forma de producir las cosas (post en Odiseo).
3. Naked Conversations, de Shel Israel y Robert Scoble, fue el ABC para entender el impacto que los blogs pueden tener para las empresas.
4.
5. Everything is miscellaneous, de David Weinberger. Un libro necesario para empezar a entender el fenómeno de los tags y cómo afectan la forma de entender el conocimiento humano.
6. Los últimos días de 2007 me encontraron leyendo La generación post-alfa, del italiano Franco Berardi, que presenta una mirada por momentos oscura, pero altamente lúcida, del desafío de transmitir la cultura a una generación de nativos digitales que piensa y actúa de manera diferente.