Monday, January 28, 2008

Nos mudamos




Después de 328 posts, más de un año de aprendizaje, crecimiento, reflexión y conocimiento compartido, nos decidimos. El Viaje de Odiseo se muda a http://www.elviajedeodiseo.com/blog

Los esperamos!

Yo quiero mi Zeitgeist!

Los zapatos no son lo único que se ponen de moda según cambian las estaciones del año. Los términos y las palabras también.

En 2007, términos como Sostenibilidad y Calentamiento Global fueron los protagonistas del año, ocupando la primera plana de los medios de comunicación más prestigiosos del mundo y marcando tendencia en la alfombra roja al igual que el último modelo de Jimmy Choo.

Todo indica que 2008 será el año de “Zeitgeist”. Si bien algunos intelectuales ya lo vienen utilizando hace rato, este año el termino de origen alemán se está trasformando en un “must say” en el vocabulario de directores de marketing en todo el mundo.

Como no podría ser distinto, el término del momento ya cuenta con su propia película - Zeitgeist The Movie – que será lanzada oficialmente el próximo 15 de marzo. Pero de ahí a que gane un Oscar como es el caso de Una verdad Incómoda o que genere el buzz de La última hora, falta bastante.

Tan difícil de pronunciar como de entender, “tsaltgalst” fue traducido como “espíritu del tiempo”, y significa, en definitiva, el nivel de avance intelectual y cultural del mundo en una época determinada.

No se ustedes, pero yo quiero mi Zeitgeist!

Sunday, January 27, 2008

Salir de las sombras



En 1992, el Worldwatch Institute publicó un trabajo de Sandra Postel titulado: "Negación en la década decisiva".

La investigación documentaba la degradación del medio ambiente, las consecuencias del efecto invernadero, la polución del aire, el agua y los océanos, la perdida de la capa fértil cultivable, la desforestación indiscriminada de los bosques nativos y la creciente perdida de ecosistemas y especies.
Postel afirmaba que la década del 90 era quizás la única, la última y decisiva para implementar un cambio en nuestra manera de actuar. Con poca esperanza, concluía que la mayoría de las personas responsables de implementar ese cambio padecían un estado psicológico de negación en relación a estos temas.
Quince años después, la humanidad sigue en el mismo transe, hipnotizada por una irrealidad desnaturalizante similar a la que experimentaban aquellos prisioneros del mito de la caverna que describe Platón en La República. En aquella conocida historia, un grupo de personas es encadenada y obligada a ver durante años el reflejo de las sombras que una hoguera a sus espaldas proyecta sobre la pared. Con el tiempo, las sombras dejan de ser sombras para convertirse en objetos reales, en la realidad misma.
Pareciera que la publicidad tradicional, la programación de la TV y radio (el broadcasting en general) han actuado sobre nuestra generación - los mayores de 20- como aquella hoguera de la caverna, proyectándonos un mundo irreal e hipnótico que nos conduce a la pasividad, la falta de interés y a la incapacidad de reacción frente a evidencia concreta, indiscutible y alarmante.
Pero para algunos de nosotros -que quizás pecamos de optimistas- pareciera que el poder deslumbrante de la hoguera de los medios masivos se desvanece para ser reemplazado por nuevos focos que surgen en la web, más pequeños, personales e intensos, que ya no proyectan, sino que iluminan, que encienden deseos de investigar, de generar preguntas y de actuar.
La Web 2.0 está evolucionando rápidamente de una plataforma que conecta personas con personas hacia una que conecta conocimiento e inteligencia. De esta manera, todo indica que en el futuro cercano, la experiencia que las personas desarrollan en Internet tendrá un sentido diferente, ya que la convierte en útil, relevante y entretenida: en una actividad que nos conduce a una nueva manera de pensar, que nos impulsa desde el ser al hacer.
Y quizás, una nueva generación de jóvenes -menores de 20- que crece y se educa en este entorno diferente (transparente, comunitario y participativo) alejado de la caverna, entienda la realidad que describe Postel y actúe en consecuencia, recuperando nuestra humanidad, sin la cual, por supuesto somos solo sombras.

Saturday, January 26, 2008

5 preguntas para Ignacio Escribano

Escribano

Ignacio Escribano es el creador de Igooh, un sitio de periodismo ciudadano que me gusta. También hay que decir de él que es el hijo de José Claudio Escribano -una leyenda del periodismo que fue hasta el año pasado subdirector de La Nación-, y que hace dos años dejó la medicina, su profesión, para iniciar otras búsquedas. El periodismo, la literatura, la web, los viajes, la música, el yoga y la meditación fueron algunos de sus hallazgos.

¿Por qué Igooh?
Para que exista un espacio plural, donde pueda ejercerse la libre expresión; donde la gente pueda expresarse abiertamente, compartir. Otro aspecto interesante de Igooh es mostrar temas que para la prensa tradicional pueden ser irrelevantes pero no para la gente. Existen una gran cantidad de historias, hechos y acontecimientos que también conforman aquello que denominamos “la realidad” que los medios tradicionales ignoran y que en sitios como Igooh ocupan un lugar relevante. También, las historias alentadoras y que promueven los valores humanos ocupan un buen lugar en Igooh.

¿Cómo ha sido la adopción de los usuarios de la región de las herramientas de publicación de un sitio como este?
Buena en líneas generales: algunos con más dificultades que otros. Algunos no se animaban a publicar siquiera y después terminaron posteando hasta fotos; es un proceso lento de educación al usuario. En esto hay que ser paciente.

¿Qué podemos esperar de la web para el 2008?

Mayor participación por parte de los usuarios; herramientas cada vez más simples para que cualquier persona pueda subir su contenido a la web; mayor flujo de inversión a los sitios online; mayor conciencia de la importancia de la web como trend-setter en múltiples aspectos; que los periodistas de medios tradicionales comiencen a tomar más en serio a los bloggers y escritores online de primer nivel.

¿Cuáles son sus 5 links favoritos?

Algunos de los que me gustan: bubbleshare, newsvine, flickr, mirá! (y otros tantos blogs), citimedia.org, elpais.es, in-public.

¿Qué hace cuando no está conectado?

Canto, estudio música y guitarra, ensayo, preparo repertorio, medito, escucho música, camino, corro, nado, me río, cocino, escribo, voy a hacer las compras, ando en bicicleta, llamo a alguien, escucho música, leo, miro películas…

Friday, January 25, 2008

Homo... ¿qué?

El siglo XXI dejó atrás los distintos nombres que los científicos adjudicaron nuestra especie a través de la historia.
Homo habilis y homo erectus fueron algunos de los calificativos aplicados al hombre en su estadio primitivo, antes de ser entronizado como el homo sapiens, pináculo de la escala de la evolución darwiniana y fuente de toda razón (literalmente) y justicia (no tanto).
Sin embargo, poco tardó la humanidad en darse cuenta de que su rasgo distintivo no era el raciocinio constante. Esta realidad irrefutable y el vertiginoso avance de la técnica determinaron que se acuñara la definición homo faber (“hombre que hace o fabrica”). Lamentablemente ésta última tampoco resultó efectiva “porque el calificativo podría aplicarse también a muchos animales”, explicó el historiador y filósofo Johan Huizinga, quien propuso agregar a su vez homo ludens (“hombre que juega”) como otra denominación posible —tal vez la mejor desarrollada— para nuestra especie.
Sin duda que estas expresiones latinas se relacionan cada una con una cualidad humana que intentaba destacarse en cada período de la historia: la habilidad para usar la manos, para pararse sobre dos extremidades, para pensar, para producir, para jugar. Ninguna de ellas puso énfasis, no obstante, en la capacidad del hombre de cuidar y proteger al entorno y respetar la diversidad de las todas las especies naturales, incluida la nuestra.
Y así fue que llegamos al punto donde nos encontramos hoy, a apenas 10 años de que las consecuencias del calentamiento global se tornen irreversibles —la “verdad incómoda” que mostró Al Gore en su película— y con problemas sociales de solución incierta derivados de los elevados índices de pobreza y desigualdad de oportunidades.
Tal vez la
urgencia de los cambios que necesitamos producir para seguir adelante debería impulsarnos a desarrollar otras aptitudes o habilidades humanas, como la de cuidar la diversidad, proteger nuestro entorno y colaborar con nuestros pares en la construcción de un futuro posible. Y a buscar otra expresión que nos defina, vinculadas con el respeto, la aceptación y la responsabilidad, ya que de un cambio de palabras de esa naturaleza parece depender en buena medida nuestro futuro.

Wednesday, January 23, 2008

Misión Sostenible

La Administración General de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina eligió un lenguaje muy Net Gen para concientizar al público infantil acerca de los beneficios de pagar los impuestos en su última campaña de educación tributaria.

Se trata de un videojuego que tiene como protagonista a Martina, la heroína de historietas creada en 2005 con la misma finalidad, cuyas historias se leen semanalmente en la revista Genios y en el portal Ciber AFIP. La idea es que los chicos aprendan a luchar contra la evasión, el contrabando y el trabajo en negro participando de misiones basadas en casos reales como descubrir fraudes, desenmascarar a villanos que venden facturas apócrifas y enganchar a los comerciantes que no facturan con IVA, entre otras situaciones con las cuales los más grandecitos ya estamos bastante familiarizados.
Teóricos de distintas áreas vienen investigando hace algún tiempo los nuevos valores y el impacto que esta nueva generación de nativos digitales tendrá en la cultura, en la economía y en el ámbito laboral.

Don Tapscott, quién introdujo el término Net Gen por primera vez en su libro Growing Up Digital, plantea que las empresas e instituciones deben conocer, incorporar y comunicar estos valores si desea capturar la atención de esa nueva masa crítica de consumidores y profesionales que ingresan mercado a cada año.

Si te interesa saber más sobre la Net Gen, podes bajarte el libro Sostenibilidad 2.0 en formato PDF o leerlo directamente en formato wiki haciendo clic aquí.

Monday, January 21, 2008

¿Dónde estás?


Parece mucho tiempo, pero no es tanto.


Hace un rato nomás, pongamos 15, 20 años, preguntarle a alguien a quien llamábamos por teléfono “¿Dónde estás?” era casi un indicador de demencia. ¿Dónde más podía estar que no fuera el lugar en el que estaba ubicada la línea telefónica? Esa situación, con la generalización de los teléfonos celulares, pasó a la historia.


Ahora está empezando a pasar algo similar con las comunicaciones en Internet. Posteamos desde la playa, subimos nuestras fotos desde un bar, chateamos o hablamos desde lugares insólitos y remotos. La tecnología es cada vez más transportable y, esa levedad, esa ligereza, parece derivar casi en su omnipresencia.


Lo cierto es que hoy por hoy es válido preguntar “¿Dónde estás?” o “¿Qué estás haciendo?” cuando nos comunicamos con alguien en la Web. Y esa posibilidad, creo, lleva consigo un cambio importante en nuestra manera de vivir y comunicarnos.


Nuevos y múltiples contextos de trabajo, de conversación, de consumo y de intercambio que inciden en nuestro humor, nuestra actitud, nuestro punto de vista, nuestra atención y modifican los temas, los hábitos y las formas en las que nos relacionamos.


Cuando estamos en Internet, cuando estamos conectados: ¿Dónde estamos?


Estamos en varios lugares al mismo tiempo, haciendo cosas diferentes. Estamos mirando el mar y catalogando fotos en nuestra página personal; estamos descalzos y con una cerveza al alcance la mano mientras decidimos cuestiones prácticas y formales de nuestro negocio o hacemos las comparas del mes; estamos cenando con nuestra familia cuando recibimos un mail que va a ponernos felices a todos.


Sean prácticas o lúdicas, profundas o superficiales, las cosas que hacemos en Internet ya son cosas que podemos hacer casi todo el tiempo desde casi cualquier lugar.
Enfrentado a esta nueva lógica, a este nuevo paradigma de relacionamiento, nuestro modo de ser y de estar en el mundo cambia y se multiplica. Somos, casi de manera constante, una antena que emite y recibe señales.


Y mientras vamos surfeando la ola de la conexión permanente está bueno que nos pongamos a pensar y le preguntemos a los otros: ¿Dónde estamos y qué estamos haciendo?

Sunday, January 20, 2008

Viaje a la generación digital

Bifo

Los nativos digitales, la Net Gen o Generación en Red fueron el tema de uno de los capítulos del libro Sostenibilidad 2.0 (leer aquí), realizado por el equipo Odiseo durante el 2007, y será el tema de muchas más investigaciones y aproximaciones futuras.

Quiero compartir algunas de las ideas del libro Generación Post-Alfa, Patologías e imaginarios en el semiocapitalismo, de Franco Berardi y editado por Tinta Limón en Argentina a noviembre del año pasado.

Berardi -más conocido como Bifo- es un teórico de los medios y activista italiano que decidió dedicar los últimos años de su vida a dictar clases en una escuela de nivel medio. Su principal preocupación es cómo transmitir la cultura a las nuevas generaciones, que presenta actitudes, hábitos y formas de pensamiento tan disímiles de sus antecesoras. Para Berardi, una mutación tecno-comunicativa se puso en marcha en los ochentas con la difusión de la televisión, las telenovelas, la videocasetera, los videos juegos y los reality shows. “La primera generación videoelectrónica alcanzó una relativa homogeneidad cultural en tiempos mucho más breves que lo que ocurría en épocas pasadas por medio de procesos de aculturación alfabética".

Esa es la mutación que afectó a mi generación, los que tenemos 25 y 35 años y permite que, al encontrarme con gente de mi edad de diferentes países, rápidamenlate podemos conversar sobre el Agente 86, Karate Kid o La guerra de las galaxias y todos sabemos a qué nos referimos.

Para la Net Gen, este tiempo de "homologación" es mucho más rápido: gracias a Internet los chicos están entrando en circuitos globales incluso antes de “haber formado una sensibilidad localizada”.

Esta es la mutación antropológica que preocupa a Berardi. No es un pensamiento determinista y absoluto entre tecnología y cultura; y por eso, en su línea de pensamiento, son tan generación en red chicos de clase media conectados todo el día como chicos marginados y sin acceso a las tecnologías de la información. “El problema no es si un chico usa celular o navega por Internet, sino dentro de qué ambiente cultural y afectivo se encuentra en sus años de formación, en sentido acotado: familiar, pero también en sentido amplio: en la relación imaginaria con sus coetáneos de todo el planeta, en las modas culturales, musicales, consumistas”.

Algunas citas para reflexionar y seguir leyendo:

“La cuestión de la transmisión es, sobre todo, un problema ligado a la sensibilidad (…). La pregunta que debemos hacernos hoy y, sobre todo, que debemos hacer a la gente que se está formando hoy, a los chicos, a la nueva generación, se refiere al placer, a la belleza: ¿qué es una vida bella? ¿Cómo se hace para vivir bien? ¿Cómo se hace para estar abierto al placer? ¿Cómo se goza de la relación con los otros? Ésta es la pregunta que debemos hacernos, una pregunta que no es moralista y que funda la posibilidad misma de un pensamiento ético.

Pero la pregunta que debemos hacernos es, sobre todo, ésta: ¿qué cosa es la riqueza? Es sobre este plano que el capitalismo ganó a batalla del siglo XX.

¿Riqueza significa quizá acumulación de cosas, apropiación de valor financiero, poder adquisitivo? Esta idea de la riqueza (que es propia de la ciencia triste, la economía) transforma la vida en carenci, en dependencia. No pienso que la riqueza sea un hecho espiritual. No, no, la riqueza es tiempo: tiempo para gozar, tiempo para viajar, tiempo para conocer, tiempo para hacer el amor, tiempo para comunicar”.

(…)

“El movimiento anticapitalista del futuro en el cual yo pienso no es un movimiento de los pobres, sino un movimiento de los ricos. Aquellos que sean capaces de crear formas de consumo autónomo, modelos mentales de reducción de la necesidad…”

“La pregunta a formular a la nueva generación no se vincula a los valores (¿sos solidario o egoísta, ¿sos crítico o conformista?). Se vincula a la sensibilidad: ¿sos feliz o infeliz?".