En Odiseo nos preocupa el planeta y las personas. Creemos que entender es el primer paso para cambiar el mundo. Por eso, le pedimos a la periodista Teresa Buscaglia que realizara un informe neutral y riguroso sobre uno de los temas más controvertidos de estos tiempos: los biocombustibles. Aquí, la primera parte de este informe.
Algo más que aceite fritoLos biocombustibles son una alternativa a los combustibles fósiles como el petróleo o el carbón que surgieron frente a la preocupación global por producir energía renovable y no contaminante. Se obtienen fermentando y destilando biomasa (toda materia orgánica que puede convertirse en energía y que proviene básicamente de la agricultura, forestación y desechos naturales). Los dos tipos de biocombustibles más desarrollados son el biodiesel, que se produce a partir de la soja, el maíz y otras leguminosas; y el bioetanol, que se obtiene principalmente de la caña de azucar.
El biodiesel es un combustible producido con aceites vegetales, principalmente derivados de soja y maíz, pero también de la avena, el maní, el mijo. Incluso se puede hacer biodiesel con aceite de cocina usado.
El bioetanol es un alcohol producido a partir de la fermentación de los azúcares que se encuentran en la caña de azúcar, en el maiz, en la remolacha, la cebada y otros cultivos. Igual que el biodiesel, puede usarse puro o mezclado en distintas proporciones con nafta o diesel. El más común de todos es el E5: 5% bioetanol y 95% nafta.
Ventajas y desventajas
Vivimos en un mundo complejo donde toda innovación humana suele presentar ventajas y desventajas. En un primer momento, todos sentimos entusiasmo frente a la posibilidad de que los biocombustibles representaran una alternativa sostenible al problema energético. Luego de conocer y entender lo que significó para el mundo más de un siglo de contaminación con combustibles fósiles, muchas de las características que presentaban el biodiesel y el bioetanol aparecían a simple vista como muy ventajosas:
• Compatibilidad con la mayoría de motores diesel actualmente comercializados.
• No contiene azufre (reducción de las emisiones de óxido de azufre)
• Bajo contenido en hidrocarburos aromáticos (componentes cancerígenos)
• Combustible biodegradable y menos tóxico que el petróleo.
• Condiciones de almacenamiento más seguras (punto de inflamación 100°C más elevado que el combustible diesel)
• Producción a partir de una fuente renovable.
Los primeros interesados en el desarrollo de estas tecnologías fueron los productores agrícolas. La soja es la oleaginosa de donde se extrae mayoritariamente el biodiesel y los tres principales países productores de soja son Brasil, Argentina y Estados Unidos. Lo mismo sucede con el bioetanol: Brasil es el mayor productor de caña de azucar, principal fuente de este biocombustible.
También hicieron un fuerte lobby los productores de fertilizantes y herbicidas. Pero quizás los que más ventaja saquen de todo esto sean los grandes productores de soja transgénica: Nidera, Monsanto, entre otros.
En Brasil, el área de cultivo de soja pasó de 3.000 hectáreas en 1997 a 56.000 en 2003. Actualmente se calcula en 18,3 millones de hectáreas y por su política tan agresiva a la hora de ganar mercados en el tema biocombustible, se prevé que triplicará este número en los próximos 50 años. En la foto más arriba (de Leo Freitas), se puede ver una región del amazonas sobre la que avanzan los cultivos de oleaginosas.
Hasta aquí el panorama es optimista. Los biocombustibles se presentan al mundo como una energía alternativa, sus fuentes son en apariencia renovables y poseen baja emisión de gases nocivos para el medio ambiente. Pero también tiene sus lados negativos y son muchos. Estos serán presentados en los siguientes posts.
Próximos posts:
Deforestación y hambre, la otra cara de los biocombustibles
Desafíos y algunas buenas noticias
El biodiesel es un combustible producido con aceites vegetales, principalmente derivados de soja y maíz, pero también de la avena, el maní, el mijo. Incluso se puede hacer biodiesel con aceite de cocina usado.
El bioetanol es un alcohol producido a partir de la fermentación de los azúcares que se encuentran en la caña de azúcar, en el maiz, en la remolacha, la cebada y otros cultivos. Igual que el biodiesel, puede usarse puro o mezclado en distintas proporciones con nafta o diesel. El más común de todos es el E5: 5% bioetanol y 95% nafta.
Ventajas y desventajas
Vivimos en un mundo complejo donde toda innovación humana suele presentar ventajas y desventajas. En un primer momento, todos sentimos entusiasmo frente a la posibilidad de que los biocombustibles representaran una alternativa sostenible al problema energético. Luego de conocer y entender lo que significó para el mundo más de un siglo de contaminación con combustibles fósiles, muchas de las características que presentaban el biodiesel y el bioetanol aparecían a simple vista como muy ventajosas:
• Compatibilidad con la mayoría de motores diesel actualmente comercializados.
• No contiene azufre (reducción de las emisiones de óxido de azufre)
• Bajo contenido en hidrocarburos aromáticos (componentes cancerígenos)
• Combustible biodegradable y menos tóxico que el petróleo.
• Condiciones de almacenamiento más seguras (punto de inflamación 100°C más elevado que el combustible diesel)
• Producción a partir de una fuente renovable.
Los primeros interesados en el desarrollo de estas tecnologías fueron los productores agrícolas. La soja es la oleaginosa de donde se extrae mayoritariamente el biodiesel y los tres principales países productores de soja son Brasil, Argentina y Estados Unidos. Lo mismo sucede con el bioetanol: Brasil es el mayor productor de caña de azucar, principal fuente de este biocombustible.
También hicieron un fuerte lobby los productores de fertilizantes y herbicidas. Pero quizás los que más ventaja saquen de todo esto sean los grandes productores de soja transgénica: Nidera, Monsanto, entre otros.
En Brasil, el área de cultivo de soja pasó de 3.000 hectáreas en 1997 a 56.000 en 2003. Actualmente se calcula en 18,3 millones de hectáreas y por su política tan agresiva a la hora de ganar mercados en el tema biocombustible, se prevé que triplicará este número en los próximos 50 años. En la foto más arriba (de Leo Freitas), se puede ver una región del amazonas sobre la que avanzan los cultivos de oleaginosas.
Hasta aquí el panorama es optimista. Los biocombustibles se presentan al mundo como una energía alternativa, sus fuentes son en apariencia renovables y poseen baja emisión de gases nocivos para el medio ambiente. Pero también tiene sus lados negativos y son muchos. Estos serán presentados en los siguientes posts.
Próximos posts:
Deforestación y hambre, la otra cara de los biocombustibles
Desafíos y algunas buenas noticias
2 comments:
Tengo mis dudas. Pero habrá que esperar.
les mando una nota, x mail.
Les recomiento leer en Wire una completa nota al respecto:
http://www.wired.com/science/planetearth/magazine/15-10/ff_plant
saludos!
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