Algo está pasando en Twitter

Capítulo 1 ¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti...

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Así comienza el tuiteo de Rayuela Project, el proyecto en Twitter que desde hace 24 horas pretende recopilar Rayuela, la única novela de Cortázar, en breves posts de 140 caracteres cada uno.
Twitter es viral, está en boca de todos y todos quieren entender de qué viene la cosa. Alguien quiso compararlos con los haiku, los mínimos poemas japoneses. Para la mayoría, es una distracción más, una derivación enferma del messenger y otras herramientas de comunicación en Internet. La propuesta ¿QUÉ ESTAS HACIENDO? suena ridícula e irrelevante. ¿A quién puede interesarle lo que estoy haciendo?

Sin embargo, la herramienta crece de manera veloz. Posee la particularidad de que su interface permite postear desde un celular, con un simple mensaje de texto.
La empresa que creó Twitter se llama Obvious. Así suena a primera vista twitter: demasiado obvio. Pero cada vez más personas se están sumando. Y expresiones como el proyecto Rayuela hacen pensar que tal vez valga la pena volver a mirar con lupa el fenómeno.
Existe algo asombroso, por ejemplo, que se llama Twittervision. En un Google Map del mundo, se ilumina cada vez que alguien hace un post en Twitter.
Los tuiteros argentinos ya tienen Tutiar, su propia comunidad con más de 250 miembros. Fue iniciada por los blogger Pablo Mancini y Darío Gallo.
Los analistas del fenómeno lo llaman "micro-blogging" por permitir posts de 140 caracteres, una mínima expresión de sentido. Me recuerda los epígrafes que escribía en la revista Gente, de la misma extensión. Por ejemplo: "Mini luna de miel. Echarri y Dupláa llegaron a Bariloche en la mañana del domingo y se alojaron en un lujoso hotel del Cerro Catedral".
Twitter puede parece trivial e irrelevante. Pero es un punto de encuentro. Una nueva herramienta. Una infinidad de nuevas posibilidades.
Seguiré tuitiando hasta aburrirme.Y leyendo Rayuela en pequeñas cuotas.

Leer más: artículo de New York Times del 22 de abril de 2007.